A menudo recibimos consultas que tienen como asunto principal las dificultades para encontrar un compañero o compañera sexual con quien sentirse a gusto. Bien ninguna persona resulta atractiva o interesante, o bien no se logra generar el encuentro con nadie. Hoy día existen muchas maneras de conocer personas, desde las clásicas de toda la vida hasta las plataformas web y aplicaciones móviles. Sin embargo, a pesar de que aumentan las posibilidades de conocer gente, no por ello parece que aumente el nivel de satisfacción sexual.

La emergencia de las aplicaciones móviles para ligar ha facilitado el primer contacto entre dos personas, pero ¿garantiza ese encuentro virtual que la cosa vaya a desembocar en una relación sexual satisfactoria? Y es que en la sexualidad intervienen muchos elementos de cada sujeto que no se limitan exclusivamente a la experiencia corporal. En el compañero sexual se busca a una persona que encaje de alguna manera en nuestras fantasías, incluso en aquellas de las que no tenemos mucha consciencia.

La sexualidad es diferente para cada sujeto. Algunas personas buscan afecto aunque sea un encuentro esporádico, otras pueden tener relaciones sexuales con la misma persona repetidas veces sin involucrarse afectivamente. Unas personas necesitan más tiempo para aventurarse a tener relaciones sexuales con alguien, otras se lanzan sin muchos miramientos. Y así un sinfín de variables subjetivas se cruzan en el encuentro sexual.

Cuando encontrarse a gusto con el otro en la relación sexual se vuelve demasiado difícil, o si aparece la inhibición o cualquier tipo de malestar en la sexualidad que impida relacionarse con el otro, conviene dedicarle un espacio y un tiempo a averiguar qué es lo que está generando ese obstáculo. En Sabere Clínica entendemos que no hay una respuesta que sirva para todas las personas, sino que más bien cada persona tiene una vivencia singular de la sexualidad. Por esta razón las aplicaciones móviles, las webs de contactos, los consejos y trucos para ligar, pueden facilitar el primer contacto, pero no alcanzan para resolver las dificultades propias de cada quien con el encuentro sexual.