En muchas ocasiones son los padres, los familiares o profesores quienes observan en los niños y niñas conductas y comportamientos que les preocupan. De pronto algo ha cambiado y eso captura nuestra atención. A veces, es el propio niña o niño el que pide directamente atención y solicita de alguna manera ayuda. En ambos casos algo ha cambiado, y ese cambio afecta la estabilidad de la familia. Por ello es necesario recurrir a la ayuda profesional.
La infancia es un tiempo inaugural en la vida y en ella se juegan muchos de los elementos que configurarán nuestra forma de ser. Es muy importante entonces el cuidado y atención que los padres y responsables de estos niños y niñas tienen en ese período de tanta dependencia del adulto. En ese tiempo largo de crianza surgen dudas e inquietudes que en muchas ocasiones son expresadas a través de los comportamientos de los propios niños y niñas. Son ellos y sus conductas los que manifiestan los inconvenientes y dificultades de esa especial etapa de la vida.
Cuando se entra en la etapa de escolarización un gran cambio ha tenido lugar. Ese acontecimiento requiere de nuevas exigencias para el niño y la niña que no siempre se afronta de la mejor manera. Debido a esto, y sin previo aviso, se hacen presentes comportamientos que antes no tenían lugar. Por ejemplo, el niño o niña no quiere comer, no hace las tareas, se muestra muy intranquilo e inquieto, o al contrario, se muestra inhibido, temeroso incluso triste. Estas manifestaciones, son síntomas que requieren de nuestra atención y por eso cuando persisten es altamente recomendable solicitar ayuda profesional.
Algunos de esos síntomas o indicadores de una llamada de atención relevante son:
- Ansiedad.
- Déficit de atención.
- Hiperactividad.
- Tristeza.
- Dificultades en la alimentación: anorexia – bulimia.
- Dificultades escolares.
- Miedos nocturnos.
- Enuresis y encopresis.
- Problemas de lenguaje.
- Depresión infantil.
- Inseguridad.
ENTREVISTAS DE VALORACION INICIAL
En el tratamiento con niños y niñas usualmente la petición viene por parte de un adulto, sea éste un familiar directo o tutor responsable. Para iniciar el trabajo realizamos una o varias entrevistas con los adultos responsables, en general con los madres y padres. Estas entrevistas iniciales permiten hacer una valoración precisa de lo que puede estar ocurriendo realmente al niño o niña. En ocasiones, los padres tienen dudas acerca de la posible dificultad de su hijo. Muchas veces porque ha sido una sugerencia o petición por parte de los profesores u orientadores de la escuela. En tales casos, se despeja si es necesario la atención individual del niño o niñas o si es la pareja parental quienes requieren apoyo.
ATENCIÓN PSICOLÓGICA INDIVIDUAL
Los niños y niñas requieren de un tratamiento que se adapta a la etapa en la que se encuentran. Es por esto que el método de trabajo con ellos y ellas se basa en el juego simbólico. Para ello utilizamos muchas herramientas que facilitan que el niño o niña se sienta cómodo y en un ambiente de trabajo que le brinde el soporte que requiere, de acuerdo a su dificultad y situación singular.